Siempre he sentido una fascinación profunda por la mente humana: por qué hacemos lo que hacemos, qué nos mueve, qué buscamos —cuando nos buscamos—, y cómo nos transformamos al hacerlo.

Ese camino empezó en mí —en mis preguntas y vacíos— y continuó durante mi formación académica.

Soy psicóloga clínica, especializada en trauma, regulación emocional y patrones inconscientes.

Más adelante, me sentí atraída por los entornos laborales de alto rendimiento: me formé en coaching y programación neurolingüística (PNL) y empecé a trabajar con empresas, ayudando a trabajadores y líderes a entender el tremendo impacto que el autoconocimiento tiene en la productividad.

Con el tiempo descubrí que ninguna técnica funciona si no hay identidad, dirección y verdad interna.

Mi enfoque

La mente humana reúne tanta complejidad que no puede trabajarse de forma aislada. Por ello, integré herramientas de distintas disciplinas —PNL, trabajo de creencias, modelos de coherencia emocional, cartas proyectivas— para crear un acompañamiento que va de dentro hacia fuera.

Hoy acompaño a mujeres que desean expandirse.

Alguien dijo una vez que nadie tiene el derecho a ser inferior a su destino.

No sé si tiene razón. Pero he decidido creer que sí.